La Malla Gallinera y Más: CHICKENMALLA®
En las zonas avícolas de Colima y Tepatitlán, la malla gallinera CHICKENMALLA está cambiando la forma en que productores como Juan Manuel Pérez cuidan sus gallinas. Con naves en el húmedo trópico de Colima y el seco altiplano de Tepatitlán, este avicultor ha dejado atrás el metal por esta solución plástica. Aquí exploramos cómo CHICKENMALLA mejora la cría de aves, con experiencias y datos reales.
En Colima, donde la humedad y el salitre arruinan el metal rápido, Juan Manuel optó por la malla para gallinero CHICKENMALLA. “Esta malla gallinera no se oxida como las de alambre; lleva tres años sin problemas, y mis gallinas producen un 15% más porque el entorno es más limpio,” dice. Las heces, que corroen el metal, no dañan esta malla plástica con protección UV. En Tepatitlán, con sol fuerte y polvo, la malla pollera resiste igual de bien, ofreciendo durabilidad sin complicaciones.
La malla para gallinero CHICKENMALLA mejora la vida de las aves. El metal oxidado se ensucia y puede criar bacterias, pero esta malla plástica mantiene todo más ventilado y fácil de limpiar. Juan Manuel cuenta: “Desde que uso la malla gallinera, mis gallinas no se lastiman; el metal las cortaba, pero esto es suave y seguro.” A diferencia de las mallas metálicas, que se desgastan y astillan, CHICKENMALLA protege sin riesgos.
Ponerla es sencillo. La malla pollera CHICKENMALLA es ligera y se instala rápido con postes o marcos, sin el lío de cortar alambre. “Monté la malla para gallinero en un día por nave, y no hay que estarla ajustando,” explica Juan Manuel. Las mallas de metal, pesadas y rígidas, son un dolor de cabeza y se oxidan pronto, sobre todo en Colima.
Los datos refuerzan estas ventajas. HORTOMALLAS destaca que la malla gallinera CHICKENMALLA dura años sin corrosión, mientras el metal se cambia cada 6-12 meses en climas húmedos. Un artículo en Avicultura Profesional (2021) menciona que las mallas plásticas bajan un 10% las infecciones respiratorias al evitar óxido y mejorar la ventilación. Otra nota en Poultry World (2022) apunta que corrales con mallas plásticas suben la producción de huevos un 8-12% por un entorno más sano—beneficios que Juan Manuel ve con la malla pollera en sus naves.
CHICKENMALLA también ahorra dinero. Las mallas metálicas se desgastan, lastiman aves y suben costos de mantenimiento, pero la malla para gallinero plástica resiste en ambientes salitrosos como Colima sin fallar. “Invierto menos en arreglos y mis gallinas están más contentas,” dice Juan Manuel. En Tepatitlán, donde el clima seco castiga menos, la malla gallinera sigue siendo una opción práctica y duradera.
En la avicultura moderna, la malla pollera CHICKENMALLA optimiza espacio y seguridad. Su resistencia al clima húmedo de Colima y al sol de Tepatitlán la hace ideal para todo tipo de naves, desde corrales chicos hasta galpones grandes, superando al metal en cada aspecto.
La malla gallinera CHICKENMALLA es una red de plástico genial que Juan Manuel usa en Colima y Tepatitlán para sus gallinas. Dice que producen un 15% más huevos porque no se oxida como el metal, es fácil de poner y no las lastima, manteniendo todo más limpio y seguro.
Referencias:
- Avicultura Profesional, 2021 – 10% menos infecciones respiratorias.
- Poultry World, 2022 – 8-12% más huevos.
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